Hola de nuevo.
Lo sé lo sé, he estado "algo ausente" y más que un diario esto parece un anuario, pero se hace lo que se puede para solucionarlo ¡jeje!
En fin, en estos meses ha pasado de todo, desde los desastrosos exámenes de los que me niego rotundamente a hablar hasta la preparación de los Carnavales que ya están muy cerquita. Pasando por Navidades, vuelta al cole y, por consiguiente, la batalla constante para que estos chicos aprendan algo de, lo que estoy segurísima, la pizarra ya tiene un doctorado. Y mejor no hablemos de las paredes...
A ver, resumo un fisquito.
Los exámenes y las notas ya se veían venir: algún que otro suspenso y, de momento, van ganando los aprobados, a ver si no varía la cosa.
En Navidades nos reunimos todos los colegios en uno para celebrar juntos las fiestas con actuaciones navideñas de los niños, los maestros nos volvemos locos decorando los colegios, que por cierto este año me olvidé de poner hasta una mísera guirnalda; las madres aplauden orgullosas a sus hijos y, como no, la llegada de Papá Noel. Eso sí, todo bien acompañado de rosquetes, tortillas, empanadas y demás cosas ricas que todos aportamos para un "brindis" después de tanta actuación.
Sólo voy a añadir una cosa: "Yo no quiero ir". Sí, era N que con su kleenex en la mano y aferrada a mami se negaba a subir al escenario a buscar su regalo de Navidad. Eso sí, me tocó a mí ir a buscarlo porque la madre estaba totalmente inmovilizada.
La vuelta al cole y la vuelta a la fregona. Efectivamente N se había olvidado del rollo patatero ese de todos los días ir al cole y vuelve a hacerle chantaje emocional a mami. Pero esta vez ya le tenemos el tranquillo cogido y la pobre se va resignando. Y lo de la fregona viene por lo que todos sabemos: no quiero estar en el cole = donde está mami = empiezo a llorar después del recreo = media hora antes de salir vomito. Parece ser mi sino. Pero bueno, no ha pasado más, lo de vomitar, porque lo de llorar...
Por otro lado la batalla con "los grandes". Parece que S y G van avanzando en su comprensión lectora, cosa que es un alivio, pero ahora empiezan a estudiar las multiplicaciones así que... (esperen que estoy respirando lento antes de seguir porque estoy hiperventilando ¡jaja!) Con T, Y y A ya terminé las multiplicaciones y ¡quién no se ha escondido tiempo ha tenido! con lo cual estoy empezando con las divisiones (¡ay mi madre!) que por ahora parece que las van pillando, déjame no decirlo muy alto. Y R el niño con TGD va mejorando bastante, a su ritmo, eso sí, pero al fin y al cabo mejorando, sobre todo en su actitud hacia los compañeros y hacia mí, que por lo menos ya me da las gracias porque antes "no tenía razón para darlas".
Y bueno, así está el patio de momento. Mañana, si se portan bien, escribiré alguna otra cosita.
Y con esto y fregonas...
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