jueves, 12 de febrero de 2009

Una niña con mucha idea

Y esa niña es Y.
Ya he dicho en alguna ocasión que es una niña muy lista y con mucha idea. Cuando le estás explicando algo, es como si vieras a través de los ojillos ese microprocesador trabajando a velocidad vertiginosa, haciendo las conexiones necesarias y precisas para comprender lo que le estás diciendo. A veces es increíble y no puedes evitar reírte al mirarla.
Pues bien, todos hemos tenido momentos de decir una palabra mal dicha, sobre todo cuando esa palabra era larga y difícil de pronunciar. Por ejemplo, a mi sobrina, a una de ellas, cuando era pequeña no le salía la palabra "chocolate" y por más que le repetías "cho - co - la - te" y ella te imitaba, al decirla de una vez volvía a decir "¡cocholate!". Y otro de mis sobrinos, que tenía el juguetito típico de las letras que apretabas la letra y te decía una palabra que empezaba por esa letra y luego te la repetía silabeada, pues la palabra para la "a" era "albaricoque" (es que no habían palabras más fáciles en nuestro idioma para la letra "a") y el pobre niño, cuando la máquina silabeaba, él repetía diciendo "co - co - co - que". Sobran los comentarios al respecto.
Pues algo de esto me pasó con Y el otro día. Les había explicado lo que es el sujeto y el predicado de una oración (el que no se acuerde que repase los apuntes o me pregunte ¡jaja!) y les estaba dictando unas frases para que los señalaran. Y, como maestra exigente que soy, empecé poniendo frases de más fáciles a más complicadas. Pero cuando alguna tenía truco o tenían que estar más atentas, les dije que pusieran un asterisco delante.
- ¿Qué es eso? - preguntó A.
- Pues es esa estrella que hago delante de algunos ejercicios cuando quiero que se fijen - contesté.
- ¡Ah vale! - contestaron T, Y y A a la vez.
Y seguí dictando frases.
Después de dos frases les dije:
- Cuidado también con ésta.
- ¿¿Le ponemos también un aterístico?? - preguntó Y.
- ¿Un qué?
- Un aterístico, eso que dijiste antes.
Ahora era mi microprocesador el que iba a toda pastilla intentando averiguar cuál era esa palabra en argot infantil y traducirla al argot de los mortales.
- ¡Ah! Te refieres a un asterisco.
- Sí, eso eso.
- Sí ponlo, así te fijarás más.
Y con esto y aguantando las ganas de reírme....

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